Hace mucho tiempo que quería escribir este post, y es que ya llevo varios años viviendo en España y desde que llegó la crisis, lamentablemente veo como la tendencia hacia lo “gratis” es lo que busca la mayoría, pero créeme esto es un pez que se muerde la cola, no podemos pretender vivir en un mundo en dónde reine todo lo gratis.
¿A qué me refiero con esto?
Desde hace un año que de alguna forma u otra estoy metida en la organización de eventos. El año pasado con Tweets Awards y ahora con Social Success dónde organizamos un workshop sobre cómo medir el Social Media ROI. El trabajo invertido en organizar eventos de esta magnitud es inmenso, y cuando la gente te pregunta por el precio muchas veces la respuesta es que es muy elevado o que ellos sólo asisten a eventos gratuitos.
Y es que hay muchos factores detrás del evento que son de peso para que tu como asistente aportes el valor que se le merece. No te estoy hablando únicamente de los costes de realización: alquiler del local, contratación streaming, catering, etc. También viene la segunda parte de la ecuación: el coste del ponente. Esto es algo que he discutido algunas veces con mis compañeros, una ponencia es compartir conocimiento e involucra horas de preparación y dedicación, es un trabajo más ¿porqué habríamos de regalar nuestro trabajo?
¿Pagar por mi formación?
Hace poco me preguntaban sobre mi viaje a Estados Unidos en el mes de marzo y más de una persona se sorprendió de que fuese capaz de pagar tanto dinero por un curso en Harvard o por un Congreso en San Diego. Yo no lo veo así, todos estos “gastos” yo los veo como una inversión. Para tener una buena trayectoria profesional hay que reciclarse y, sobre todo, hay que formarse y para ello debemos ser conscientes de que este tipo de formaciones tienen un precio porque lo que te devuelven es una gran calidad, por lo tanto no es un gasto, es una inversión. ¿Si no piensas en ti dime quién lo hará?
Lo que no puedes hacer es una vez invertido esos recursos regalar tu trabajo. Nuestro tiempo tiene un coste y debe ser apreciado por todos, empezando por nosotros mismos. ¡Valora tu trabajo y tu tiempo!
Ser selectivo sin perder el foco
A mi me suele pasar con frecuencia, mis ganas de hacer cosas superan a los límites de lo que algunas veces me puedo permitir. Pero desde hace ya unos años mi mentalidad ha cambiado, quizás porque me ha tocado estar en la piel del organizador y sé lo que cuesta realizar un evento, ahora le doy más valor y no me cuesta pagar para asistir a un evento que sé que me aportará algo. En mi caso hay dos motivos fundamentales por los que asisto a eventos presenciales: la calidad de los ponentes y el networking.
Mi recomendación es que destines una parte de tu presupuesto para eventos que sabes que te ayudarán a incrementar tu red de contactos y que te aportarán valor por los conocimientos adquiridos.
Puedes ir haciendo un pequeño calendario de los eventos que hay en tu localidad y fuera de ella, junto con un presupuesto, selecciona aquellos que sabes que te aportarán mayor valor.
La ley de la abundancia y la atracción
Esto me lo enseñó una persona muy sabia: mi madre. Debemos manifestar lo que queremos ser y dónde queremos estar. Si quieres opulencia no puedes estar constantemente “quejándote” de que no tienes dinero o que las cosas no van bien. ¡Empieza la remodelación por ti mismo! Manifiesta lo que quieres conseguir y date el lujo de invertir en ti mismo. Y no solo estoy hablando de tu formación, hablo de tu persona. Aquí te dejo unos cuántos consejos:
- Regálate un buen masaje, mima tu cuerpo
- Haz ejercicio, alimenta tu cuerpo, espíritu y alma
- Come bien. Una comida sana y equilibrada te ayudará a sentirte bien y a conseguir todo lo que te propones
- Comprate un regalo. De vez en cuándo nos merecemos un apapacho (como diríamos en México), consiéntete y elige algo que te haga sonreír, verás que bien te sentirás después
- Regálate tiempo. Muchas veces pasamos el día entre reuniones, trabajo, eventos, comidas con amigos, tiempo con la familia, etc … y no dedicamos ni un sólo minuto del día a estar con nosotros mismos. Y hay que aprender a escuchar nuestro cuerpo. Yo invierto 30 minutos diarios en mi, me pierdo por la montaña para pensar y los beneficios son inmensos, el resto de mi día suele ser magnífico
Si empiezas por ti mismo y sabes apreciar lo que TU vales, sabrás apreciar también el trabajo de los demás. Y recuerda: nada en esta vida es gratis.
Como comentas, en España se ha llegado a un extremo de que “si no es gratis no lo quiero”. Yo al igual que tu, tuve la oportunidad de asistir a un congreso en Estados Unidos, y aunque fue un gasto importante, tenemos que invertir en nosotros mismos, nadie lo hará por nosotros.
Cierto Mario, todo cambio empieza por uno mismo. ¡Un saludo y gracias por tu comentario!
Estoy muy de acuerdo contigo, Billie. A la que le pones precio a algo, la gente le pone pegas, sin pararse a valorar el por qué de ese precio.
En cuanto a los “gastos” en uno mismo, yo también me los planteo como inversiones. Y cada vez me da más pena la gente que no es capaz de cambiar el chip y darse cuenta de que la inversión en la formación, en el crecimiento de uno mismo es realmente importante.
La ley de la atracción. A mí también me habló de ella mi madre. Tengo la gran suerte de tener una madre muy singular, muy creyente en la energía del universo, y me lo ha sabido transmitir.
Y por último, geniales los consejos, porque a veces se nos olvida un poco mimarnos. Y creo que muchas veces es más por el qué dirán. Yo me mimo y me consiento mucho; eso me permite seguir en equilibrio conmigo misma y seguir trabajando en conseguir lo que me propongo.
Un post muy interesante.
Un abrazo, Billie.
Muchas gracias por tu comentario Desirée. Me consta que eres de las que inviertes en tu formación, justamente por eso nos encontramos en Bundi Y eso es sumamente importante pues así es como crecemos profesionalmente. ¡Que bonito que tengas una madre sabia como la mía! Eso hace que las cosas sean más fáciles. Manifiesta y se te dará.
Un abrazo,
Billie
Me ha gustado mucho tu post Billie, claro, directo y sobre todo certero. Lo comparto!
Muchas gracias Laura, hay veces que tenemos que ser así: claros y directos. ¡Gracias por compartir!
Excelente post Billie, desgraciadamente esto es así y me lo encuentro a diario. Me pregunto ¿si no valoran nuestro trabajo y esfuerzo, hasta que punto nos valoran a nosotros ? . Lo comparto por supuesto.
Muchas gracias por tu comentario José y por la difusión en Redes. Creo que lo importante es empezar la cadena al revés, valorar primero nuestro trabajo, para que los demás lo valoren. El objetivo sería que todos lo hagan de la misma manera, porque lamentablemente no todos piensan igual. ¡Un saludo y feliz jueves!
Hola Billie
Que triste que aunque tu post es del 2014, hoy 9 de abril 2016 siga tan vigente. Yo no entiendo porque las personas consideran que la información o servicios que uno puede ofrecer deben valer menos a todo lo que ellos si pagan por ejemplo: Un Iphone, Un coche nuevo, o lo que sea.
A la final yo no digo que no compren, cada quien es libre de comprar lo que le apetezca, pero lo que me asombra aun hoy en día es que pases una oferta económica después de que durante 1 hora te relatan todo lo que desean de uno, y luego al ver el monto abren los ojos como dos pepas de moscas como si les estuviéramos cobrando algo indebido o como si les estuviéramos robando. Yo creo que si cada uno grabáramos las expresiones de los clientes potenciales al recibir la oferta, se convertiría en toda una película de terror jajajajaja.
Muy buen artículo. Muchas gracias.
Saludos,
Adri